martes, 6 de diciembre de 2011

ANDALUCIA: Flora y fauna

 

Flora y fauna

Artículos principales: Flora de Andalucía y Fauna de Andalucía
Flora
 La Comunidad Autónoma de Andalucía es una zona extremadamente rica en flora debido a sus particulares condiciones climáticas, ambientales e históricas así como al impacto de especies vegetales invasoras1

Andalucía, biogeográficamente hablando, forma parte del Reino Holártico, concretamente de la Región mediterránea, subregión Mediterránea Occidental, y está formada por cinco sectores fitogeográficos: el sector Mariánico-Monchiquense, el sector Gaditano-Aljíbico y Onubense, los sectores Béticos, el sector Almeriense y el sector Manchego. Estos sectores pertenecen a otras tantas provincias o subprovincias corológicas ibéricas.
A rasgos generales, la vegetación típica de Andalucía es el bosque mediterráneo, caracterizado por vegetación de hoja perenne y xerófila, adaptada a lo largo del período estival de sequía. La especie climácica y dominante es la encina, si bien, son abundantes los alcornoques, los pinos, los pinsapos, entre otros y por supuesto el olivo y el almendro como especies cultivadas. El sotobosque dominante está compuesto por especies leñosas de tipo espinoso y aromático: especies como el romero, el tomillo, y la jara son muy típicas de Andalucía. En las zonas más húmedas y de suelos ácidos, las especies más abundantes son el roble y el alcornoque, y como especie cultivada destaca el eucalipto. También son abundantes los bosques en galería de especies frondosas: álamos y olmos, e incluso el chopo como especie cultivada en la vega granadina.26
El bosque andaluz está muy alterado por el largo proceso de ocupación histórica, las roturaciones de las mejores tierras para el cultivo, los abundantes incendios forestales. La garriga -de carácter arbustivo- es la vegetación típica en las zonas de bosques degradados. Ante ésta problemática se ha recurrido a la repoblación de extensas zonas con especies no climácicas como el pino. En la actualidad existe una clara política conservacionista de los espacios forestales restringidos a las áreas montanas.

Origen de la flora actual



Archivo:Pinsapo2.jpg
Pinsapos en la Sierra de las Nieves.


La flora de Andalucía tiene su origen, como la de todo el Reino Holártico, en la llamada Flora artoterciaria, originada en Europa en el terciario inferior. De esta época son los géneros Pinus, Quercus, Alnus, Populus, etc, y los ya extinguidos en el continente europeo Ginkgo, Magnolia o Diospyros.
Estos bosques comenzaron su regresión durante el terciario medio, debido a un aumento en la temperatura del Mediterráneo y a una mayor sequía, dando lugar a bosques esclerófilos y a la aparición de sabanas y semidesiertos. Sin embargo la flora artoterciaria continuó con su presencia en el sur de Europa gracias a su gran adaptabilidad.
En el terciario superior comenzaron a bajar las temperaturas paulatinamente, generalizándose un clima continental que sustituyó al clima tropical hasta entonces imperante; proceso que culminó con las glaciaciones del cuaternario. Este factor tuvo como consecuencia el desplazamiento de la vegetación hacia el sur de Europa y la extinción de la mayoría de las especies tropicales y parte de las artoterciarias termófilas.
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Canuto del Río de la Miel.
En Andalucía se refugiaron en esta época los últimos bosques tropicales, sobre todo al amparo de las nuevas cordilleras formadas que hacían de pantalla frente al frío del norte, perdurando hasta la actualidad especies relictas terciarias en las sierras campogibraltareñas, como el Rhododendron ponticum, el Psilotum nudum y numerosas especies de helechos.2 Asimismo se extiendieron los ecosistemas cálidos y secos, origen de la actual flora mediterránea, apareciendo algunos géneros importantes como Laurus, Ceratonia y Pistacia. El sur de la Península Ibérica y el norte de África, en estrecho contacto en esta época, fueron piezas clave en la formación de esta flora.3
Durante el cuaternario se alternaron descensos bruscos de la temperatura (glaciaciones) y periodos templados (periodos interglaciares). En Andalucía durante los periodos fríos existió una vegetación esteparia, salvo en el ámbito de Sierra Nevada, donde se situaban amplios glaciares, y en la costa, donde se refugiaron los bosques caducifolios al amparo del carácter atlántico del clima.4 Durante las épocas más cálidas, esta flora se extendió hacia el norte, mientras que en el sur aparecieron nuevas especies similares a la flora mediterránea actual.
En el Holoceno comenzaron a fundirse la mayor parte de los hielos y se desarrolló la mayoría de especies arbustivas y caducifolias actuales. En las montañas se amplió el límite del bosque reduciéndose el números de especies alpinas y originando la actual flora de Sierra Nevada. En la Serranía de Ronda y Grazalema se refugian los bosques de abetáceas, que se mantienen hasta la actualidad.5 En el resto del territorio se extenderió la vegetación mediterránea desarrollada durante los interglaciares.
Actualmente existe en Andalucía una gran variedad florística, siendo las siguientes especies las más frecuentes: pinsapo, alcornoque, quejigo, acebuche, algarrobo, encina, retama, adelfa, jara, tomillo, tagarnina, cardo, pino, palmito, narciso de mar, clemátide, terebinto, lentisco, satureja, rusco, rododendro, tamarisco, jaguarzo, correhuela, cantueso, mirto, torvisco, asphodelus, Romulea gaditana, Acteaea spicata, albarraz, consuelda, agracejo, Ephedra vulgaris, Echium vulgare, alquequenje, beleño, Nigella damascena, caléndula, tanaceto, retama, escobón.

Condicionantes de la flora andaluza

La posición geográfica de Andalucía en el extremo oriental de Europa y su condición de nexo entre dos mares y entre dos mares y entre dos continentes, la convierten en una región con una gran biodiversidad y riqueza florística. En el desarrollo de ésta han influido una serie de factores:
El clima de Andalucía, de tipo mediterráneo con influencia oceánica, caracterizado por la escasez de precipitaciones en verano, la alta insolación y las escasez de heladas. En el ombroclima6 húmedo (1.000-1.600 mm) y subhúmedo (600-1.000 mm) se encuentran las zonas abiertas a los vientos húmedos del atlántico o las zonas que por su altitud reciben un aporte mayor de agua. El ombroclima seco (350-600 mm) se desarrolló en la mayoría del territorio al que está ligado el encinar como vegetación climácica. Por último el ombroclima semiárido (<350 mm) se desarrolla en las zonas de Granada y Almería, donde Sierra Nevada y las Alpujarras impiden la penetración de los vientos húmedos del Atlántico.
El relieve es un gran factor configurador de la vegetación. Es responsable de los islotes de mayor publiometría en las laderas de barlovento -expuestas a vientos húmedos-.

  Adaptaciones de la flora andaluza

La adaptación de las plantas a los diferentes factores climáticos y edafológicos de la región andaluza ha desarrollado su peculiar y variada flora. En Andalucía el principal factor climático limitante para la flora es la ausencia de precipitaciones. Las adaptaciones encaminadas a reducir el estrés hídrico se centran en evitar la pérdida de agua por traspiración. De este modo las plantas pueden aumentar el grosor de su cutícula y reducir el número de estomas como en Nerium oleander o reducir el número de hojas como en Retama.
El exceso de insolación es un factor limitante de cierta importancia. Una radiación demasiado acusada puede producir degradación de los pigmentos vegetales necesarios para la fotosíntesis, así como originar radicales de oxígeno que pueden dañar seriamente los tejidos. Para evitar los efectos del exceso de luz algunas plantas cubren sus hojas con ceras o aceites, como en Rosmarinus officinalis, u orientan sus cloroplastos de modo que reciban la menor insolación posible.
La escasez de nutrientes en el suelo es paliada en algunas plantas con una dieta heterótrofa alternativa, como ocurre con el Drosophyllum lusitanicum, endemismo ibero- norteafricano presente en las colinas próximas al Estrecho de Gibraltar.7
En las regiones más frías de Sierra Nevada, las plantas desarrollan tallos rastreros y estructuras con forma alhomadillada, para protegerse de las bajas temperaturas de invierno (efecto iglú) y de la elevada evapotranspiración de verano. Otras adaptaciones características del clima mediterráneo son, por ejemplo, que el alcornoque (Quercus suber) sea más resistente al fuego que otras plantas gracias a sus tejidos suberificados o que las plantas presentes en el subdesierto de Tabernas soporten el clima más seco de la Región mediterránea.
La región costera es una zona de alta endemicidad debido a sus particulares condiciones ambientales. Las especies tolerantes a la alta salinidad crecen en cordones dunares y marismas costeras, siendo extremadamente tolerantes a la deshidratación debida a la salinidad y a la extrema insolación del verano.

  Fitogeografía

Andalucía, biogeográficamente hablando, forma parte del Reino Holártico, concretamente de la Región mediterránea, subregión Mediterránea Occidental, y está formada por cinco sectores fitogeográficos:



Provincias corológicas o fitogeográficas de Andalucía.

Sector Mariánico-Monchiquense

Perteneciente a la Provincia Mediterránea Ibérica Occidental, Subprovincia Luso-Extremadurense, la provincia de mayor extensión de la Península Ibérica, ocupando gran parte del occidente. Se caracteriza por poseer veranos muy secos debido principalmente al anticiclón de las Azores, aunque durante el invierno las precipitaciones son relativamente altas, sobre todo en zonas cercanas a la costa. En Andalucía está presente en la cuenca del Guadiana y Sierra Morena, formando parte de del subsector Mariánico-Monchiquense. Poseen un sustrato silíceo, muy pobre en bases.

  Sectores Gaditano-Aljíbico y Onubense

Pertenecientes a la Provincia Lusitano-Andaluza litoral, Subprovincia Onubo-Gaditano-Algarviense. En general el clima se caracteriza por elevadas precipitaciones y temperaturas cálidas todo el año, amortiguadas siempre por la cercanía al mar. En Andalucía, ocupa una estrecha franja litoral desde Calaburras en Málaga hasta la frontera con Portugal donde continúa. Se extiende hacia el interior en el entorno de Doñana y las Sierras de Algeciras. Los suelos son silíceos, normalmente arenosos, muy pobres en bases y oligotrofos.

Sectores Béticos

Los Sectores Hispalense, Rondeño, Malacitano-Almijarense, Alpujarrano-Gadorense, Nevadense, Subbético y Guadiciano-Bacense, pertenecen a la Provincia Bética. Las precipitaciones en invierno no son excesivamente abundantes y durante el verano se producen etapas de total ausencia de ellas, las temperaturas son muy altas en verano y, salvo cerca de la costa bajas en invierno. Es la provincia que ocupa la mayor parte de Andalucía. Comprende las sierras Béticas, las depresiones interiores y la Depresión del Guadalquivir. El sustrato es principalmente calizo o dolomítico, predominando los suelos básicos. Existen importantes afloramientos calizos en la Axarquía y zonas interiores de Sierra Nevada, así como suelos ultrabásicos en la Serranía de Ronda. Es la región de mayor endemicidad de las presentes en Andalucía.
  • Piso Termomediterráneo. Presencia de encinares que pueden devenir en alcornocales en zonas de mayor humedad y suelos arenosos. Cuando las precipitaciones escasean aparecen lentiscales o pinares de Pinus nigra. En las zonas de bujeos, con suelos vérticos, aparecen acebuchales.
  • Piso Mesomediterráneo. Principalmente encinares silícolas y basófilos y alcornocales. Dependiendo de la presencia de lluvia aparecerán coscojales donde ésta escasee y melojales o coscojales donde sea abundante. En los suelos dolomíticos aparecen bosques de Pino negral (Pinus pinaster subs.acutisquama).
  • Piso Crioromediterráneo. Este piso sólo aparece en las cumbres de Sierra Nevada, donde la vegetación a base de pastizales psicroxerófilos silicícolas de Festuca clementei contiene gran cantidad de endemismos.

  Sector Almeriense

Perteneciente a la Provincia Murciano-Almeriense, que ocupa el sudeste de la península. Su principal característica es la escasa pluviosidad durante todo el año, la menor de toda la comunidad autónoma, las temperaturas son altas en verano y moderadas en invierno. En Andalucía parte de las provincias de Almería y Granada.
  • Piso Termomediterráneo. Es el piso que ocupa la mayor parte de la provincia. Debido a la escasez de precipitaciones los bosques no forman parte de su flora potencial, siendo ésta los cambronales o formaciones arbustivas espinosas, con azufaifales, cornicales y espinares de arto (Maytenus senegalensis). También es común el matorral subdesértico y los sabinares costeros.
  • Piso Mesomediterráneo. Aparecen en zonas interiores, más frías y con escasa pluviosidad. Al igual que en el piso anterior, es posible la existencia de coscojales. En las zonas puntuales con mayor precipitación pueden darse los encinares.

  Sector Manchego

Perteneciente a la Provincia Mediterránea Ibérica Central. Subprovincia Castellana. La mayor parte de su extensión la ocupa en territorios de la Meseta Central y el levante peninsular. En Andalucía ocupa una pequeña porción de las provincias de Granada y Almería, concretamente en los llanos de Topares y Chirivel. Posee materiales ricos en bases lo que condiciona su flora. Se caracteriza por poseer precipitaciones muy escasas en verano y poco abundantes en invierno. Destaca la gran diferencia entre las temperaturas invernales y veraniegas que se sitúan en extremos.
  • Piso Mesomediterráneo: dominan encinares y quejigales con bajas precipitaciones o quejigales y melojares si no existe xericidad.
  • Piso Supramediterráneo: domina principalmente el encinar basófilo pero debido a la xericidad estival y al sustrato puede devenir en melojales o quejigales.

 


 Pisos bioclimáticos de la comunidad autónoma 

 Vegetación potencial de Andalucía

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Parque Doñana de Huelva en la zona de marismas.

Medio marino

La zona intermareal y próxima a la costa de Andalucía puede dividirse claramente en dos sectores, el sector mediterráneo y el atlántico definidos por las diferentes condiciones ambientales del océano Atlántico y el mar Mediterráneo, más frío el primero y cálido el segundo. Los fondos marinos de Andalucía se encuentran hoy día tremendamente degradados debido fundamentalmente a la acción humana algunos de los princapales núcleos de ocupación cerca de la costa. un claro indicador de la riqueza florística del medio marino es la presencia del fanerófito Posidonia, especie sensible a las alteraciones del medio propia del mediterráneo. En Andalucía existen praderas de Posidonia en todas las provincias mediterráneas salvo en la zona oriental del Campo de Gibraltar, a pesar de ello las poblaciones se encuentran tremendamente fragmentadas en Málaga y Granada y sólo en Almería, concretamente en el entornmo del Cabo de Gata es posible localizar extensiones considerables de este vegetal.8

 

Fauna de Andalucía

Archivo:SierraAlmijara.JPG

 Sierra Almijara, en la provincia de Málaga, uno de los numerosos espacios protegidos de Andalucía que alberga fauna autóctona

Fauna
La biodiversidad existente en Andalucía se hace extensible a la fauna. De esta forma, más de 400 especies de vertebrados de las 630 existentes en España habitan en esta comunidad autónoma. Su estratégica posición entre la cuenca mediterránea, el océano Atlántico y el estrecho de Gibraltar, hace que Andalucía sea uno de los pasos naturales de miles de aves migratorias que viajan entre Europa y África.27
 El segundo es el alto porcentaje de territorio que cuenta con algún tipo de protección medioambiental: entre parques nacionales, naturales, reservas, etc. alrededor del 20 % de Andalucía se encuentra hoy protegido por ley.

Los humedales andaluces, albergan una avifauna muy rica, por la combinación de especies de origen africano, como la focha cornuda, el calamón o el flamenco, con las aves provenientes del norte de Europa, como los ánsares. Entre las rapaces destacan el águila imperial, el buitre leonado y el milano.
En cuanto a los herbívoros, se dan los ciervos, gamos, corzos, muflones y la cabra montés, esta última en retroceso frente al arruí, especie invasora introducida desde África con fines cinegéticos en la década de 1970. Entre los pequeños herbívoros destacan la liebre y el conejo, que constituyen la base de la alimentación de la mayor parte de especies carnívoras del bosque mediterráneo.
Los grandes carnívoros como el lobo ibérico y el lince ibérico están muy amenazados y se limitan a Doñana, Sierra Morena y Despeñaperros. El jabalí, en cambio, se conserva bien por su importancia cinegética. Más abundantes y en distinta situación de conservación, se hallan los carnívoros de menor tamaño, como la nutria, son más abundantes el zorro, el tejón, el turón, la comadreja, el gato montés, la gineta y el meloncillo.28
Otras especies reseñables son la víbora hocicuda y el Aphanius baeticus o salinete andaluz, esta última muy amenazada.

 Fauna silvestre

Peces

Archivo:Salinete.png
Salinete o Fartet andaluz.

Las construcciones de embalses, la contaminación de las aguas y la competencia con especies introducidas han mermado tremendamente el número de especies y comunidades, muchas de ellas, aisladas, corren peligro de desaparecer por efecto de la endogamia. La mayor parte de las especies autóctonas, Barbo, Anguila de Río, Trucha, Calandino, Albur, Tenca, Barbo comizo, Barbo cabecicorto, Colmilleja, Cacho, Pardilla o la escasa Boga del Guadiana han de competir en sus ecosistemas con especies invasoras muy agresivas tales como el Black-Bass, el Percasol, el Lucio o la Carpa.
Aún con ello varias especies extintas en gran parte de la península ibérica pueblan todavía la región, ejemplo significativo es la Bogardilla, endemismo andaluz que posee sus únicas poblaciones en Sierra Morena.
Se encuentran catalogadas como especies en peligro crítico de extinción en el Libro Rojo de especies protegidas de Andalucía y protegidas por la legislación nacional el endémico Fartet andaluz que puede todavía localizarse en el Río Guadiana, Doñana y varios ríos de la provincia de Cádiz, el Fartet de la Albufera de Adra, el Esturión que tiene sus mejores poblaciones peninsulares en el parque de Doñana, la Lamprea, con un área de distribución mayor que las anteriores, y que puebla los ríos Guadalquivir, Guadiaro, Guadalete, Guadiana y Barbate, el Fraile de la cuenca del Guadalquivir y mitad occidental de la comunidad; o el endemismo ibérico Jarabugo,

Anfibios y reptiles

El peculiar modo de vida de los anfibios hace que hoy día un gran número de ellos se encuentren en serio peligro de extinción dentro de la región. Al igual que ocurre con los peces continentales la construcción de embalses y otras infraestructuras en ríos y pantanos así como la desecación de humedales para su uso agrícola hacen peligrar gran parte de las comunidades de unos animales ya de por sí muy vulnerables a cambios en su ambiente.
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Gallipato (Pleurodeles waltl).

En la fauna andaluza se encuentran un total de 16 especies de anfibios, tanto Anuros como Urodelos.
Entre los Anuros pertenecen a la familia Alytidae las especies Sapillo pintojo, Sapillo pintojo bético, Sapo partero, y Sapo partero bético, a la familia Pelobatidae pertenece el Sapo de espuelas, a la familia Pelodytidae pertenecen el Sapillo moteado ibérico y el Sapillo moteado, la familia Bufonidae tiene como representantes al Sapo corredor y al Sapo común, a la familia Hylidae corresponden la Ranita meridional y la Ranita de San Antonio y por último la familia Ranidae tiene como única especie andaluza la Rana común.
Los Urodelos presentes en la región corresponden todos ellos a la Familia Salamandridae existiendo el Tritón pigmeo, el Tritón ibérico , dos subespecies de Gallipato y tres de Salamadra.


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Camaleón.
La falta de estudios profundos sobre las comunidades de anfibios de la zona hace que sea muy difícil establecer el estatus de protección que éstas necesitan para garantizar su supervivencia en la región; alguna de la especies es sabido que se encuentran en regresión, como ocurre con el Sapillo Moteado o la Ranita de San Antonio, por ello sólo el Sapo Partero ibérico y el Sapo Partero Bético se encuentran catalogadas como vulnerables a nivel autonómico.
La diversidad de reptiles en Andalucía es claramente mayor que el de anfibios debido sin duda a la mayor capacidad de adaptación de estos animales a cambios ambientales.
Pertenecientes al orden Squamata hay representantes de los Anfibésnidos, Reptiles propiamente dichos (Saurios) y ofidios.
Existe en la zona un único representante de la familia Anfibesnidae, la Culebrilla ciega. Respecto a los Saurios es destacable la presencia de un representante de la familia Chamaeleonidae, el Camaleón común presente también en el norte de África. La familia Gekkonidae comprende dos únicas especies, la Salamanquesa rosada y la Salamanquesa común. Por el contrario la familia Lacertidae es la más abundante en cuanto al número de especies presentes con un total de 10, a saber:
Lagartija colirroja, Lagartija de Valverde, Lagarto ocelado, Lagarto verdinegro, Lagartija de Carbonell, Lagartija ibérica, Lagartija cenicienta, Lagartija del Estrecho, Lagartija colilarga oriental y Lagartija colilarga occidental.
En cuanto a la familia Scincidae son tres las especies andaluzas Eslizón ibérico, Eslizón de montaña y Eslizón tridáctilo ibérico.

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Galápago europeo.

Las serpientes, u Ofidios se agrupan en dos familias claramente diferenciadas, culebras y vívoras. Ocho son las especies de culebra de la región andaluza, Culebra lisa meridional, Culebra lisa europea,Culebra de cogulla, Culebra de herradura, Culebra bastarda, Culebra de collar, Culebra viperina y Culebra de escalera La única vívora presente, la Víbora hocicuda posee dos subespecies diferenciadas Vipera latastei gaditana del sudoeste andaluz y norte de África y la nominal Vipera latastei latastei del resto de la región.
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 víbora hocicuda o víbora de Lataste (Vipera latasti o Vipera latastei)

El orden Quelonia comprende a tortugas terrestres y marinas. Las familias Cheloniidae y Dermochelyidae corresponden a especies que viven en los mares y océanos; algunas de sus especies se encuentran presentes en las costas andaluzas aunque como la inmensa mayoría de las tortugas marinas se encuentran en regresión y en notable peligro de extinción. Los quelonios marinos presentes en la costa de Andalucía son la Tortuga boba, la Tortuga verde, la Tortuga carey, la Tortuga lora y la Tortuga laúd.
En lo que se refiere a las tortugas y galápagos terrestres son tres las especies que habitan la región: el Galápago europeo, el Galápago leproso y la Tortuga mora, esta última en extremado peligro de extinción por desaparición de hábitat y las capturas ilegales.

Aves



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 Focha cornuda, rara especie presente en los humedales andaluces..

El paso de miles de aves migratorias entre África y Europa a través del estrecho de Gibraltar hace que Andalucía, y muy concretamente las comarcas gaditanas de La Janda y el Campo de Gibraltar sean enclaves óptimos para cualquier ornitólogo o aficionado al avistamiento de aves.
La situación fronteriza de la región hace que durante todo el año la población de aves sea superior a la de la mayor parte del continente europeo, muchas especies migratorias permanecen en la región incluso durante el invierno debido a las suaves temperaturas.
La diversidad de ecosistemas andaluces permite la supervivencia de numerosas especies de muy distintos requerimientos ecológicos. En los bosques de Andalucía es posible encontrar muy variadas especies de rapaces tales como el águila culebrera y nocturnas como el mochuelo o el búho real, además de especies de passeriformes como el carbonero o el herrerillo. En los bosques es también posible localizar especies de Piciformes tales como el pico picapinos en las riberas de álamos.


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Herrerillo.
En las praderas de terófitos y de matorral viven especies especialmente adaptadas como el Triguero o el Jilguero acompañando a perdices y a codornices. Junto a ellas aún es posible contemplar a las escasas avutardas y a los buitres negros en la copa de las encinas de las campiñas del norte de Andalucía.
Del mismo modo, los distintos humedales andaluces (Marismas del Odiel, Bahía de Cádiz, Laguna de Fuente de Piedra, Doñana, Laguna de Medina, Desembocadura del Guadalhorce, Complejo endorreico de El Puerto de Santa María, albufera de Adra) albergan una avifauna rica en comparación a la de otros espacios europeos, por una especial combinación de especies de origen africano, como la focha cornuda o el calamón, con la de aves provenientes del norte europeo presentes como invernantes, como es el caso de los ánsares en las marismas del Guadalquivir. Estos humedales presentan un variadísimo número de especies como el rascón, la focha cornuda, la polla de agua, el carricero, el aguilucho lagunero, la malvasía, el flamenco, la garza real, la garcilla cangrejera, la espátula, el morito, la avefría, el zampullín cuellinegro, el águila pescadora, el avetorillo, la avoceta o el fumarel.
Respecto a las especies costeras viven en Andalucía un gran número de especies de gaviotas tanto en las zonas de acantilados como en llanuras litorales, muchas de estas especies presentan un notable interés ornitológico por su escasez como la gaviota de Audouin, otras sin embargo poseen poblaciones desmesuradas al haber sabido aprovechar la presencia humana y los recursos que éstos ponen a su disposición, ocurre esto por ejemplo con la gaviota patiamarilla o la gaviota argéntea.

Mamíferos

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Corzos. Presentes en los bosques mediterráneos del Parque Natural de Los Alcornocales




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Lince ibérico.

Los grandes carnívoros están muy amenazados por el hombre: las poblaciones de lobo ibérico son muy residuales, quedando acantonadas en Sierra Morena. El lince ibérico sobrevive en Doñana y enclaves como Despeñaperros y está siendo sometido a una fuerte labor de recuperación. El oso pardo, hoy extinguido en Andalucía, vivió durante la Edad Media en la mayor parte de los montes andaluces resistiendo hasta tiempos relativamente recientes en la Sierra de Grazalema. Los pequeños carnívoros no corren mejor suerte: amenazada la nutria por la destrucción de sus ecosistemas y la contaminación de las aguas continentales, son más abundantes el zorro, el tejón, el turón, la comadreja, el gato montés. Ginetas y meloncillos, especies emblemáticas del matorral andaluz, nos permiten remontarnos a épocas en los que los continentes europeo y africano se encontraban unidos por el estrecho de Gibraltar.
En cuanto a los herbívoros, se dan poblaciones estables de ciervo, gamo, muflón y jabalí debido a su importancia cinegética. El corzo tiene su hábitat más septentrional en los bosques de Los Alcornocales; la autóctona cabra montés, presente en la Serranía de Ronda, la Sierra de las Nieves y Sierra Nevada ve peligrar sus poblaciones más orientales por el expansionismo del arruí, muflón norteafricano introducido en 1970 en España con fines cinegéticos que ha aprovechado la desertificación del sureste peninsular para ocupar el nicho ecológico de la cabra montés. Desde su primera colonia en Sierra Espuña (Murcia), el arruí ha colonizado varias zonas en las provincias de Granada y Almería.
Entre los pequeños herbívoros destacan la liebre y sobre todo el conejo, base de la alimentación de la mayor parte de especies carnívoras del bosque mediterráneo.

  Fauna doméstica


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 Maneto, raza autóctona considerada por algunos una variante del podenco andaluz.


Diversas razas domésticas autóctonas existen actualmente en la comunidad andaluza, y con desigual suerte en lo que a conservación se refiere. Entre las razas de ganado bovino destacan la cárdena andaluza, la negra andaluza, la retinta y el toro de lidia, gran protagonista de las dehesas de la Baja Andalucía. También es significativa la presencia de razas ovinas (Segureña, Montesina, Churra lebrijana, el amenazado de extinción Merino de Grazalema), caprinas (payoya) y de burros, sobre todo de la raza cordobesa. También hay que citar aquí la presencia de dos razas de gallinas autóctonas, la gallina utrerana y la Cara Blanca. Diversas razas porcinas ibéricas se dan en las dehesas: negro lampiño, retinto, mamellado, negro entrepelado, manchada de Jabugo. Actualmente se considera extinguido al cerdo dorado gaditano.


En cuanto a los perros, sobresalen como indica la Orden Andaluza de 19 de abril de 2010 el podenco Andaluz,y el Ratonero Bodeguero Andaluz el Perro de agua español. Aun no reconocidas de serlo, pero existentes en Andalucía existen el maneto y el galgo Español, raza canina que en Andalucía presenta una variedad de tamaño mayor al de los galgos castellanos. Pero posiblemente sea el caballo andaluz el animal doméstico con más fama y prestigio fuera de las fronteras andaluzas.

Espacios Protegidos



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Ciervos en el Parque Natural de la Sierra de Cazorla.

En 1989 surge la RENPA (Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía), que contiene el inventario de los distintos tipos de espacios protegidos existentes en territorio andaluz. Existen ocho categorías: parques nacionales, parques naturales, parajes naturales, reservas naturales, paisajes protegidos, reservas naturales concertadas, parques periurbanos y monumentos naturales. En todos ellos hay buenos ejemplos de fauna autóctona andaluza.
Así, el parque nacional de Doñana cuenta con especies emblemáticas como el lince ibérico o el águila imperial, pero también con abundantes especies de anátidas, flamencos, rapaces, víbora hocicuda, etc. En el de Sierra Nevada existen poblaciones de cabra montés. En el parque natural de Los Alcornocales sobreviven los corzos; moritos y espátulas pueblan las marismas del Odiel. En Cazorla conviven ciervos, jabalíes, jinetas, mustélidos...

Bibliografía

  • LÓPEZ DE RUEDA, Ernesto y GRUPO CUADERNO. Guía del Parque Natural de Sierra Nevada. Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. 1999.
  • VVAA. Libro Rojo de los Vertebrados Amenazados de Andalucía. Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. 2001.

Enlaces externos

[http://www.andalucia-web.net/naturaleza.htm Naturaleza, Fauna y Flora]
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Especies invasoras
Según el Catálogo de Especies incluidas en el Programa Andaluz para el Control de Especies Exóticas Invasoras [1], en Andalucía existe un gran número de especies tanto animales como vegetales que han sido introducidas en el ecosistema andaluz. Entre ellas, son las especies invasoras las más peligrosas para la conservación de la biodiversidad de los ecosistemas andaluces.
Las especies invasoras que consiguen adaptarse al nuevo medio, se hacen fuertes en él e incluso llegan a diezmar la población de las especies autóctonas. Estas especies exóticas pueden llegar al nuevo medio de diversas maneras: abandono de mascotas en el nuevo ecosistema, destrucción realizada por el hombre de su anterior ecosistema, implantanción realizada por el hombre en el nuevo ecosistema para paliar un problema... Los motivos son diversos, pero las soluciones son similares en todos los casos ya que lo que se intenta es ir disminuyendo progresivamente la población de la especie invasora.
En Andalucía, las especies invasoras son tanto animales como vegetales, por ejemplo:
  • Uña de gato: Se distribuye en las costas de Andalucía occidental (Huelva y Cádiz sobre todo). Fue introducida para uso decorativo y para fijación de dunas y taludes en el litoral. Provoca el desplazamiento de especies de dunas costeras, la disminución de la luz incidente en el suelo y de la germinación de autóctonas, y es competencia de las especies nativas en la polinización.
  • Eucalyptus: Está diseminado por todo el territorio andaluz ya que fue introducido con fines forestales y de fijación de suelos. Sobre todo provoca la reducción de la cubierta vegetal y el desplazamiento de las plantas autóctonas, sobreexplotación de acuíferos.
  • Chumbera: Extendida por todo la comunidad, sobre todo en el litoral. Se introdujo con uso ornamental y formación de setos. Como uso secundario se le ha dado también el de planta forrajera para ganado y productora de frutos para consumo humano. Es una planta que invade ecosistemas costeros de interés (sistemas dunares, bosques y matorrales costeros) en los que compite con especies de flora autóctona.
  • Cangrejo de río americano: Se distribuye por todo el territorio andaluz. Fueron los pescadores los que lo introdujeron en sueltas voluntarias para la pesca. Tiene muchos efectos negativos sobre la flora y fauna autóctona a través de la depredación. Llega incluso a competir con especies autóctonas de otros cangrejos por su mayor tamaño, por su tasa reproductora y por su resistencia a plagas. Su principal impacto es ser vector del hongo Aphanomices astaci, que produce afanomicosis y que es mortal para el cangrejo autóctono (Austropotamobius pallipes). Además excavan galerías que aumentan la erosión de las riberas de los ríos.
  • Carpa común: Está presente en ríos de toda Andalucía. Es muy abundante en los embalses y en los tramos medios y bajos de los ríos con más caudal. Se introdujo voluntariamente por parte de pescadores para la pesca deportiva. La carpa común es causante de graves desequilibrios ecológicos. Se la relaciona con un aumento de la turbidez de la lámina de agua debido a sus movimientos y a sus excrementos. El aumento de turbidez es el responsable de una menor penetración de la luz solar, y en consecuencia, de la desaparición de macrófitos sumergidos, afectando de forma indirecta a invertebrados y aves acuáticas.
  • Galápago de Florida: Fue introducida en España en los años 80. En Andalucía se encuentra distribuida por diferentes humedales costeros, aunque también se pueden encontrar en lagos y estanques como los de los parques periurbanos. Su introducción fue debida a la suelta voluntaria o involuntaria de animales criados como mascota. Es un depredador voraz de invertebrados, peces y anfibios así como vegetación acuática flotante y sésil. Compite con otras especies de galápagos a los que desplaza como el caso del galápago europeo. Se ha adaptado muy bien al medio ya que es capaz de vivir en unas condiciones naturales que las otras especies de galápagos no toleran (mayor contaminación y presencia humana).
  • Cotorra de Kramer: Llegó a España a mediados de los 80 y se ha extendido por parques y jardines de Almería, Granada, Málaga y Sevilla. Como otros pájaros exóticos, su introducción en el ecosistema andaluz se produjo por la suelta involuntaria de animales criados como mascota. Es una gran competencia por nidos con murciélagos y pájaros carpinteros (Picidae). Es competencia en la cadena trófica con el mirlo común, la curruca capirotada y con otros granívoros y frugívoros.

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